Hoy os hablaré de el "bueno", el "feo" y el "malo".
El "bueno"
He tenido una nueva incorporación a la colección. Se trata de un Commodore PET-2001-8 C, de monitor de fósforo blanco. Lleva el teclado típico de los primeros modelos de PET, junto al lector de cintas integrado en la carcasa. Lleva ampliación interna.
El "feo"
Como es costumbre en la mayoría de nuestras adquisiciones, el sistema no funciona. Aún así parece que hace más que el pobre 3032: su sistema de vídeo parece estar intacto porque aunque la composición de pantalla está formada por caracteres aleatorios hay una señal clara y el cuadro está completo (no es como las dos líneas y media del otro). Los sospechosos, por orden (y sn exclusividad):
- Sistema de Reset
- 6502
- RAM de vídeo
- RAM de trabajo
- ROM
- Cualquier otra tontería
El "malo"
Hemos estado hablando un buen rato con su anterior propietario (muy majo, por cierto) sobre la historia que concierne a este ordenador. Pero entre otras cosas nos ha dicho que ha sido acosado por especuladores para que le vendieran la máquina. Gente que comentaba que se les veía de lejos que no entendían sobre esto que fueron insistentes y que llegaron hasta el punto del insulto. Esto es una vergüenza para nuestra zona: tenemos demasiadas hienas, buitres y demás carroñeros andando libres y causando estragos entre el coleccionismo. Debemos recordar el efecto nocivo que tienen sobre este pedazo de cultura que tenemos entre las manos: evitan que las máquinas lleguen a buen recaudo, lugares dónde las reparen y les devuelvan su ya perdida antigua gloria. Cuántas más máquinas caigan en manos de especuladores, menos recibirán las futuras generaciones.